Un bebé con un raro trastorno de piel usa implantes mamarios durante su tratamiento

Cuando el pequeño Dylan nació hace ya cuatro años, dejó a todo el mundo perplejo al ver que toda su espalda estaba cubierta de forma masiva por una marca oscura. Lo que parecía ser en un primer momento una gigantesca marca de nacimiento se extendía incluso hasta sus piernas y brazos. El equipo médico pronto descubriría que Dylan había nacido con un raro trastorno que afecta a la piel llamado Nevus Melanocítico Congénito.

Advertencia: Algunas imágenes mostramos a continuación pueden ser demasiado sensibles.

Cuando nació Dylan, más del 80% de su cuerpo estaba cubierto por una gigantesca marca de nacimiento. Toda su espalda se encontraba ennegrecida y cubierta de sangre. La extraña marca se extendía hasta sus piernas y brazos en forma de lunares de múltiples tamaños.

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Las formas menos graves de esta enfermedad causan pequeños lunares o marcas de nacimiento aisladas, sin embargo, este caso tan extremo solo se produce en uno de cada 500.000 nacimientos.

A Kara y Nikki, los padres de Dylan, les preocupaba profundamente que aquel extraño problema que padecía su bebé pudiese convertirse algún día en un cáncer de piel mortal. Desgraciadamente, el área afectada por la extraña anomalía era demasiado grande para poder simplemente eliminar las manchas con una intervención quirúrgica.

Entonces, un rayo de esperanza alumbró el futuro del pequeño Dylan. Algunos implantes mamarios, como los que se utilizan de forma común para el aumento de los pecho, fueron implantados bajo la piel sana de Dylan. Luego, los implantes fueron siendo expandidos progresivamente mediante una solución salina durante tres meses con el fin de estirar la piel. A pesar de ser un paso bastante incómodo, era totalmente indispensable para continuar con su tratamiento.

Con el tiempo, los implantes fueron eliminados y la mayor zona afectada pudo ser retirada gracias al exceso de piel sana que habían conseguido para poder “rellenar” el espacio vacío.

Dylan necesita someterse a una nueva operación cada 4 o 5 meses para finalizar el tratamiento. A día de hoy, el pequeño a pasado por quirófano en 26 ocasiones, pero afortunadamente, más de la mitad de sus lunares han sido retirados.

Sus padres explicaban: “Esperamos poder cambiar la mayor parte de piel afectada con piel sana con el fin de reducir al máximo las posibilidades de contraer algún tipo de cáncer de piel. Hacemos todo lo posible para darle una vida sana y de calidad.”

Desgraciadamente, los padres de Dylan también tienen un frente abierto con el posible daño psicológico que muchas personas pueden causarle debido a los continuos comentarios groseros que murmuran cuando lo ven.

Dylan es sin duda un pequeño muy valiente que ha demostrado su fuerza después de superar todos los obstáculos que se le han ido presentando a una edad tan temprana. Ojalá todos los esfuerzos del pequeño y su familia se vean recompensados con una vida plena y llena de felicidad.